Hattin: un episodio olvidado en la historia de Palestina

Hace unos tres millones de años, un volcán ubicado en el valle del rift del Jordán emitió su última bocanada de lava. Nadie pudo verlo, pues en ese entonces, en Palestina no había absolutamente ninguna persona pisando la tierra. De hecho, no existía ningún ser humano en el mundo. Solamente en África, vivían primates lejanamente semejantes a seres humanos, nuestros ancestros.

La lava se enfrió, se endureció formando una capa de basalto, y el volcán quedó dormido hasta el día de hoy. El resultado, un cerro que parece tener dos “cuernos”, separados por lo que alguna vez fue el cráter del volcán.

Imagen aérea de los cuernos de Hattin. Fuente: Biblewalks.com

A menos de 15 minutos en auto desde la ciudad de Tiberias, es posible visitar la cima de los cuernos de Hattin.

La señalización es prácticamente inexistente, pues es poca la atención que los israelíes le dan a este sitio de tremendo significado histórico. Pocos israelíes, pocos turistas, e incluso, pocos palestinos saben que este lugar existe.

¿Por qué? Porque en Israel, si un sitio histórico no tiene relevancia Bíblica/Hebrea, Cristiana o Judía, dicho sitio pasa a ser invisible. En efecto, aparte del magnífico paisaje que siempre despliega la tierra de Galilea, en los Cuernos de Hattin no hay nada.

Nada que nos recuerde de la feroz batalla que ocurrió allí, un 4 de julio del año 1187.

El asentamiento humano más cercano del lugar de la batalla es el moshav israelí Kfar Zeitim, fundado en 1950. La aldea árabe que conmemoraba con su nombre la batalla (Hattin) dejó de existir en 1948.

Los cuernos de Hattin (izquierda) desde Tiberias, y el plano donde ocurrió la batalla. Fuente: Wikipedia

El Rey de Jerusalén

Guy de Lusignan nació en el condado de Poitou -hoy Francia- en una familia de nobleza menor: los señores de Lusigan y condes de La Marche. Ésta era una época en que el poder de Francia estaba distribuido entre un puñado de familias nobles, donde el rey de Francia no era más poderoso, por ejemplo, que el Conde de Anjou, el Conde de Toulouse, el Duque de Normandía, o el Duque de Aquitania (señor feudal de Poitou y La Marche).

Pero en 1154, Enrique II, de la familia Plantagenet -los condes de Anjou- hereda por el lado de su madre los títulos de Rey de Inglaterra y Duque de Normandía. Su matrimonio con Eleanor, duquesa de Aquitania, le confiere a la pareja real de Inglaterra el señorío de un 60% de lo que hoy es Francia, lo que ha sido llamado por algunos Imperio Angevino (“de Anjou”). Esto incluía Poitou, la tierra de los Lusignan.

En Palestina, el rey de Jerusalén, era Balduino IV, nacido en la Tierra Santa. Es importante notar que ambos Balduino de Jerusalén y Enrique II de Inglaterra habían sido nietos de un mismo conde de Anjou; es decir eran primos Plantagenet por su línea paterna.

En este ambiente francófono extendido desde Inglaterra hasta la Tierra Santa, no es de sorprender que Guy de Lusignan, un hijo menor del conde de La Marche desterrado por el Duque de Aquitania, haya elegido una vida de cruzado en Palestina. Allí escaló en una brillante carrera política, hasta alcanzar el honor de casarse con la hermana del rey -Sibilla , condesa de Jaffa y Ascalon.

Así, al morir su cuñado el rey en 1185, Guy de Lusignan se convierte en Rey de Jerusalén.

Retrato romantizado de Guy de Lusignan, por Francois-Edouard Picot, 1843.

Pero la corte de Jerusalén estaba dividida. El rey Guy tenía el apoyo de los caballeros Templarios, del señor de Oultrejordain (Transjordania) Reynald de Chatillon, y el conde de Edessa, Joscelin III. Ellos preferían ir a la guerra contra los infieles musulmanes del Medio Oriente.

La facción enemiga estaba compuesta por los caballeros Hospitalarios, Balian, señor de Ibelin, y el conde de Tripoli, Raymond III. Ellos creían que la única manera que el reino de Jerusalén podría sobrevivir era mantener mutuo respeto y paz con los musulmanes. Ésta también había sido la postura del difunto rey Balduino IV.

En la película Kingdom of Heaven, Salah ed-Din es personificado por el actor sirio Ghassan Massoud

Salah ed-Din, campéon del islam

Cierto, la carrera política de Guy de Lusignan había sido exitosa… pero nada en comparación con la de Yusuf ibn Ayyub, llamado Salah ed-Din.

Saladino se había iniciado como un líder militar menor al servicio del gobernador de Aleppo Nur ad-Din, cuya autoridad provenía del fracturado imperio turco selyuquí. Era un tiempo en que se estaban formando múltiples vacíos de poder en el mundo musulmán, y Saladino estuvo presente en los lugares y momentos precisos.

En 1171 Saladino había abolido al poderoso califato Fatimí de Egipto, tomando el control de Egipto y llevándolo a la prosperidad. Al morir su superior Nur ad-Din en 1174, Saladino se dedicó a capturar los principales centros urbanos de Siria y Mesopotamia: Damasco, Aleppo y Mosul. Hacia el 1180 se había convertido en el hombre más popular del islam sunita, con ejércitos de hombres fieles a él, y a pesar de que se declaraba “de iure” servidor del califa en Baghdad, Saladino era, en la práctica, el líder musulmán más poderoso del Medio Oriente.

Las posesiones del islam suní -entre Egipto y Siria- estaban desconectadas por la interposición del reino cristiano de Jerusalén. Con todos los ejércitos musulmanes a su disposición, habría sido tanto más fácil conquistar Palestina; pero Saladino, honorable como ningún otro, respetó las treguas acordadas con el rey Balduino.

Hasta que Balduino murió, y Raynald de Chatillon quedaba libre para deshonrar la tregua y atacar caravanas y peregrinos musulmanes en repetidas ocasiones.

La Batalla de los Cuernos de Hattin

Principalmente como venganza personal contra Raynald de Chatillon, y también contra el rey Guy que era incapaz de controlarlo, en mayo de 1187, Saladino trae sus ejércitos desde Siria hacia los altos del Golán, con la intención de atacar Tiberias, una de las principales ciudades del reino cruzado.

Cruzó el Jordán por la orilla sur del lago Tiberas (mar de Galilea), y en el transcurso de un solo dia, el 2 de julio de 1187, la ciudad estaba capturada, y sus habitantes se habían refugiado en la ciudadela.

Los ejércitos cruzados, que estaban estacionados en La Sephorie (Sepphoris, hoy una ruina a dos kilometros de Nazareth), mordieron el anzuelo, especialmente después de que el gran maestro templario Gerard de Ridefort los acusara de cobardes.

El 3 de julio los ejércitos cruzados marcharon hacia el oriente, por el mismo valle que hoy aloja a la carretera israelí 77 del Carmel hacia Tiberias.

A la vanguardia: Raymond de Tripoli y sus hombres. Al centro, el rey Guy y sus hombres, donde el obispo de Acre llevaba consigo la reliquia más valiosa del cristianismo: la Vera Croce Verdadera Cruz, un supuesto trozo de madera de la cruz de Jerucristo. La retaguardia era comandada por Bailan de Ibelin, junto con la caballería de los templarios y hospitalarios.

Pero en Julio, el calor en Palestina es insoportable. Fue imposible alcanzar Tiberias en un solo día. Los cruzados, enlentecidos y debilitados, empezaron a recibir lluvias de flechas disparadas por los arqueros montados de Saladino. Durante la noche, el campamento cruzado siguió aguantando ataques, todavía a medio camino para llegar a Tiberias.

Desesperados para encontrar una fuente de agua, los cruzados se dirigieron hacia la aldea de Hattin.

Fue allí, en el plano al norte de los cuernos de Hattin, donde los ejércitos cruzados recibieron el ataque frontal de Saladino, siendo finalmente aniquilados. Raynald de Chatillon fue decapitado, y el rey Guy tomado prisionero; el último en ocupar el trono cristiano de Jerusalén.

La reliquia de la Vera Croce se perdió en esa batalla, al igual que cualquier posibilidad de que un reino cristiano siguiera existiendo pacíficamente en Medio Oriente. Fue en los Cuernos de Hattin donde las fuerzas cruzadas fueron depletadas, hasta el punto que tres meses después, Balian de Ibelin es incapaz de defender Jerusalén contra los ejércitos de Saladino.

El mar de Galilea (lago Kinneret) desde la cima de los Cuernos de Hattin. Foto del autor, 2017.

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MariaIsabelCordero Barrera.
MariaIsabelCordero Barrera.
6 years ago

Muy educativo el reportaje.Gracias por enseñarnos sobre la tierra santa.